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martes, 23 de agosto de 2011

3 Aspectos que los Jóvenes Deben Cuidar


Los jóvenes estamos expuestos a los ataques del enemigo, por ello, es necesario proteger tres áreas de nuestra vida que estan muy propensas a ser atacadas por las tentaciones.

Para ello, analizaremos Mateo 4:1-11 donde se cuenta que antes de comenzar su ministerio Jesús fue llevando por el Espíritu de Dios al desierto para ser tentado. Como jóvenes nos encontramos dentro de ese desierto donde nuestras vidas son probadas y tentadas. Jesús nos entiende claramente cuando pasamos una tentación, él saber lo que tenemos que batallar.

Jóvenes, muchos de nosotros nos sentimos sin fuerzas dentro de este desierto, pero Cristo es nuestra fortaleza y pronto auxilio. El diablo no es tonto, y sabía exactamente por cuales aspectos podía atacar la naturaleza humana de Jesús. Veamos cuales son:

[Físico] Jesús estaba hambriento y sediento, necesitaba alimento. Entonces el diablo le ofrece que convierta la piedra en pan. Pero Jesús responde contundentemente: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (v.4)” ¿En qué aspecto físico te está atacando Satanás?: sexo, vicios, malos hábitos alimenticios, homosexualidad, rechazo a nuestro aspecto físico y muchos otros. Pon todas tus fuerzas y confía en que Dios actuará en tu vida y sobre tu cuerpo. No dejes que tus decisiones te lleven a perder tu pureza e integridad. Estamos expuestos a satisfacer nuestros cuerpos, pero la Biblia dice que nuestros cuerpos son templo de Dios, por ello debemos cuidarlos. Las tentaciones físicas se nos presentan constantemente, pero contamos con la promesa de que Jesús está siempre con nosotros. Mantén una alimentación sana, aléjate de situaciones comprometedoras con el sexo opuesto, trata de hacer ejercicio. Ya que estado bien físicamente, tu relación espiritual con Dios también mejorará.

[Seguridad] En ocasiones nos sentimos inseguros, las situaciones de la vida nos hacen dudar de la existencia de Dios. Los jóvenes actualmente viven con cierta inseguridad sobre su futuro, amistades y economía. Sentimos incertidumbre y dudas por las señales que nos llegan del exterior. Satanás sabe que requieres de estabilidad y seguridad. Jesús fue llevado a un templo alto y fue expuesto para tentar a Dios, pero Jesús sabía que su Padre cuidaba de él, y reconocía que Dios no podía ser tentado. Dios conoce nuestra necesidad y cuando dejamos de confiar en que Dios cumplirá sus promesas estamos cayendo en la trampa del diablo. La depresión, la soledad, el miedo y la ansiedad porque otras personas nos acepten, son algunos puntos por los cuales el diablo nos debilita.
Joven, no dejes de depender en Dios en un momento difícil, o por una situación insegura, por una circunstancia adversa. Jesús sabe qué nos hace falta, pero también necesita conocer nuestra fidelidad. No te conformes con migajas, Satanás puede ofrecer certidumbre instantánea, pero Dios te ofrece seguridad eterna.


[Poder] La fama, el dinero, el reconocimiento, el poder, las riquezas son tentaciones a las cuales atamos propensos a caer. El diablo le ofreció a Jesús todos los reinos de este mundo y su gloria. ¿Qué te ha ofrecido Satanás últimamente, dinero, elogios, poder? Jesús contestó: Al Señor tu Dios adorarás y sólo al él servirás (v.9). Nuestro mundo nos ofrece muchas cosas, pero nada es gratis. El pago te lo cobrará la vida. Joven, no desperdicies tu vida en los deleites de este mundo, sino busca agradar a aquel que ha prometido lo mejor para ti. Que no te ahoguen tus amistades ni la sociedad te presione para tomar cierta decisión. Cuentas con la firmeza y el carácter para decir NO. Puedes ganar todo en el mundo, pero puedes perder tu eternidad.

Jesús nos enseñó cómo hacer frente ante la tentación. Medita la Palabra de Dios y obedécela de corazón. Escudriñar significa guárdala en su mente, memorícenla. Cuando venga la tentación, no te dejes vencer. Tu conoces muy bien cuáles son las trampas en las que es más fácil caer, trata de memorizar versículos que estén acordes a la situación que enfrentas y puedas repetirlos cuando llegue la tentación, y evita exponerte a situaciones que luego son difíciles de controlar.

Así como Jesús fue llevado por el Espíritu Santo, nosotros también somos llevados porque Dios quiere que mostremos fortaleza de carácter y quiere probar nuestra obediencia a él. Por ello debemos estar preparados ya que en todo momento Dios desea complacerse con nuestro estilo de vida.

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