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martes, 13 de diciembre de 2011

¿Cómo se si es el indicado(a)? por Enrique Monterroza


“Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud…”
Salmos 27:11a
Tengo muchos años de escribir temas especiales para noviazgo, así mismo tengo muchos años de experiencia en el Ministerio Juvenil que me han dado pautas como para saber guiarme en temas específicos y si a esto le sumamos mi propia experiencias puedo concluir que se muy bien de lo que hablo, porque en la mayoría de veces me ha tocado vivirlo.
El tema del Noviazgo siempre es un tema muy atractivo y que encierra una gran cantidad de preguntas, no alcanzaría una conferencia de 5 horas para aclarar las diferentes dudas que los jóvenes y no tan jóvenes pueden tener. A diario recibo comentarios y correos de personas pidiendo consejos acerca del noviazgo, me atrevería a decir que un ochenta por ciento de los correos que piden consejeria se tratan de noviazgo. Es difícil dar una respuesta exacta, pues el noviazgo no se rige por un patrón en si, sino que Dios tiene muchas formas de actuar, pero sin salirse de los parámetros espirituales hacia los carnales.
Este día quiero hablar sobre la pregunta que TODOS en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho o los que todavía no, se la harán tarde o temprano, la pregunta es:
¿Cómo se si es el indicado o la indicada?

Muchos de los que hacen esta pregunta quisieran que una voz del cielo se dejara oír y en el estruendo se escuchara: “Si es el” o “Si es ella”, pero eso JAMÁS ocurrirá, lo mas seguro es que si esperas esa voz que viene del cielo te quedaras a forrar Biblias por toda la eternidad.
Mira, vamos hablar como en mi país se dice: “Claro y Pelado”, te voy a dar por lo menos 4 aspectos que debes evaluar para saber si esa persona es la indicada para ti:
1. Su visión de vida es similar o por lo menos compatible a la tuya: Antes que nada si eres un hijo de Dios lo mejor seria que la persona con la que quieres formar un noviazgo comparta tus creencias, es decir que también sea cristiano, eso ayudara a poder evaluar de mejor forma esa futura relación. Digo esto porque la mayoría entablan noviazgos con personas que no tienen el temor de Dios como ellos lo tienen, esperando que “algún día cambiara” o “yo lo haré cambiar”, es mejor que por su propia cuenta busquen a Dios y no que por amor a ti vayan a la Iglesia sin tener una verdadera relación personal con Cristo.
Cuando hablo de una visión de vida similar me refiero a que vayan por el mismo rumbo, es decir: si tú eres una persona que te encanta servir al Señor, espero que busque a alguien que por lo menos apoye tu sentir. El problema de muchos es que les ganan las emociones se hacen novios y luego se dan cuenta que no piensan igual, que no tienen las mismas metas, que su vocación al servicio es totalmente diferente, etc.
Lo mejor seria platicara con esa persona, ver que cosas le gusta, saber que le gustaría hacer dentro de algunos años, ¿Que piensa sobre el servicio a Dios?, conocer toda su visión de vida para que tú seas conciente de eso y evalúes. Hay muchas relaciones amorosas rotas porque en algún momento alguien le dijo: “si te apoyare”, pero a las horas de las horas salen con la excusa de: “yo no siento el llamado de Dios, Dios te llamo a ti no a mi”. Evítate decepciones y conoce bien a esa persona antes de tomar una decisión tan importante como lo es el noviazgo.
Ahora bien, si su visión de vida es casi similar o por lo menos compatible, eso será una muy buena señal de que esa persona puede ser un firme candidato o una firme candidata a optar por ese lugar especial en tu corazón y en tu vida.
2. ¿Te vez con esa persona formando una familia y siendo feliz en un futuro?: Otra cosa a tener en cuenta a la hora de saber elegir es ponerte a pensar si te vez con esa persona a futuro, es decir: ¿Te vez con esa persona, entablando una familia, teniendo hijos, y haciéndose viejitos? Si lo tuyo es nada mas una emoción, tus planes no serán a futuro, entonces frente a eso es mejor no tomar ninguna decisión, ya que podrías dañar el corazón de la otra persona, porque quizá ese persona si se veía contigo a futuro.
Ahora bien, si tu te vez con esa personas a futuro, formando una familia, teniendo hijos, un lindo hogar y envejeciendo juntos, y la otra persona también se ve contigo, es una buena señal de que las cosas van por buen camino.
3. Existirá un Verdadero Amor: Hay algo mas que importante para saber si esa persona es la indicada o simplemente es una emoción pasajera mía, y esto es: “El Verdadero Amor que Exista”.
¡Ojo!, cuando me refiero a verdadero amor no es solo palabras bonitas, porque alguien puede decirte miles y miles de palabras bonitas y endulzar tu oído, pero eso no quiere decir que realmente te ame, las palabras salen de la boca y el viento se las lleva para donde el quiere, pero lo que cuenta son aquellos detalles que sin la necesidad de decir cosas lindas hacen que tu corazón se sienta estremecido de amor y que tu estomago sienta una cantidad inmensas de maripositas.
Cuando en dos personas existen un verdadero amor, ese amor lo soportara todo, lo esperara todo, se entregara por el otro y sobre todo nunca hará nada indebido, jamás se envanecerá, no será jactancioso, sino que siempre vera en primer lugar el bienestar de la otra persona.
El amor es lindo, el amor es una de las experiencias más hermosas que el ser humano puede experimentar y que no es algo pasajero, sino que es algo que permanece ahí hasta que el Señor nos preste vida.
Si tu un día dices amar a alguien, pero el otro día siente que no lo quieres, entonces es señal de que no estas claro en este punto, es decir, no tomes una decisión aun, pues si la tomas seguramente en un par de días o semanas veremos las consecuencias desastrosas: “un par de corazones dañados”.
Uno sabe cuando realmente ama y su amor es correspondido, esa es la clave de este punto, con lo que podemos sacar la pregunta mas importante de este aspecto: ¿Amas a esa persona y te sientes amado por ella o el?
Si la respuesta es si, entonces es señal de que el siguiente punto será el sello para saber que es el indicado o indicada para ti.
4. Dios te lo dictara a tu corazón y no existirá ningún tipo de duda o inseguridad para tomar la decisión de que esa persona es la correcta: Cuando un joven me hace una pregunta sobre si es correcto entablar un noviazgo con determinada persona, mi pregunta casi siempre es la misma: ¿Sientes paz en tu corazón o hay duda o inseguridad?
Y es que la duda e inseguridad son señales de que todavía no debes actuar. Tu puedes tener la misma visión de vida que la otra persona, puedes verte a futuro con el o ella, puede creer que la amas y te sientes correspondido, pero si en tu corazón HAY DUDA o INSEGURIDAD entonces NO TOMES NINGÚN TIPO DE DECISION.
Y es que hay muchos que por apresurar las cosas dicen: “Yo siento paz en mi corazón para estar con ella o con el”, pero realmente esa “PAZ” es INVENTADA.
Lo que sucede es que muchos jóvenes por querer estar con la personas que se supone que llama su atención, inventan la famosa “PAZ de Dios” para tomar la decisión, pero tarde o temprano esa mala decisión orientada por esa “paz” inventada, dará como resultado un FRASCASO rotundo.
Amados, no quieran engañarse a si mismos, inventando una “paz” que realmente no siente, se sincero contigo mismo, si aun no sientes paz y hay duda e inseguridad para tomar esa decisión, por lo que mas quieras: ¡NO LA TOMES!, porque arruinaras TODO. Es mejor esperar hasta que Dios de una respuesta. Nadie te va a quitar a la persona que sea para ti, el hecho que esperes en Dios no significa que alguien mas va venir y te la gane, pues si eso llegara a pasar es porque esa persona simplemente NO ERA PARA TI. Así de simple, NO era para ti. Pues cuando Dios te va a dar a alguien, el te guarda a esa persona especialmente para TI, nadie podrá quitártela porque esta etiquetada con tu nombre, si tan solo sigues la voluntad de Dios.
Cuando por fin sientas paz en tu corazón de tomar una decisión sea cual sea, TOMALA, posiblemente muchos que han consultado al Señor en esta etapa, quizá digan: “No siento paz” y quizá ese sentir te esta llevando a pensar que no es para ti, en esa caso, pregúntale al Señor si su respuesta es un No y ACEPTA.
Ahora bien, si la respuesta del Señor es positiva, entonces tu sentirás paz en tu corazón para tomar esa decisión, no habrá ni una pizca de duda ni inseguridad, tu sientes como Dios te lo dicta al corazón y te dice: “ES EL” o “ES ELLA”, no con una voz audible, pero sin con una seguridad TOTAL en tu corazón.
Cuando eso pase, entonces FELICIDADES, haz encontrado a la persona INDICADA para ti.

Es importante aclarar que Dios actúa de muchas formas, que no podemos encajonar la forma de saber que persona es la indicada para ti en estos cuatro aspectos, pero según mis años de experiencia en el área, puedo dar FE que por lo general este tendría que ser el proceso a seguir para responder a tu interrogante.
Amados, el deseo de mi corazón es que seamos sabios a la hora de tomar decisiones, no le prestes tu corazón a cualquier tipo que quiera venir a engañarte, hombres, no le presten su corazón a cualquiera mujer que quiera venir a engañarlos. Es necesario pedir dirección a Dios en TODO lo que hagamos, sea en el amor o en otras áreas, permite que Jesús sea quien GOBIERNE tu sentimientos y que el sea quien guíe la barca de tu futuro.
La respuesta de saber si es la persona indicada para ti si o no, esta en ser sensibles a lo que Dios tiene que decirte y aceptarlo tal y como sea la respuesta.

De la tristeza a la sonrisa


Hay una tristeza que te embarga en esta época, un recuerdo de algo que no has podido superar y menos olvidar y que para estos días se te hace más presente.
Te sientes triste pero sobre todo hay un sentimiento extraño dentro de ti, algo que hace que tu animo decaiga, sientes que las fueras se te acaba y te encuentras vulnerable frente a situaciones que en otro estado de ánimo fueran muy fáciles de resolver o de enfrentar.
La vida del ser humano está llena de recuerdo, tanto bueno como recuerdo también que no son muy agradables, pero que por alguna razón se anidan en nuestra mente y se hacen presenten en momentos puntuales de la vida.
Quizá en esta época se te vienen recuerdos de errores que cometiste, de situaciones que no hubieras querido que pasaran o situaciones que te dolieron mucho, todo ello te lleva a un estado de desgano, como llegando a una depresión.
Y es que hay algo de lo que debemos cuidarnos y es de no caer en una depresión, porque ello nos puede causar problemas, porque nos hará muy vulnerables a cualquier situación difícil que se nos presente.
Quizá tu digas: “No puedo, me siento mal y por más que quiera no puedo cambiar mi estado de ánimo”. Considero también que el estado de ánimo que tengamos depende de los pensamientos que anden rondando nuestra mente, es decir: Si pasas todo el día pensando en los errores que has cometido, en las situaciones que te dolieron o en personas que te hicieron daño, obviamente tu estado de ánimo no será sobresaliente, sino que te llevara a desanimarte.
Y hay algo que debemos de tener presente y es que cuando nuestro estado de ánimo está tambaleando somos fáciles de ceder ante el pecado, ante la tentación o de tomar decisiones equivocadas.
Hoy quiero darte algunos humildes consejos con lo que puedes salir de ese estado de tristeza y casi depresión en la que has entrado debido a recuerdo del pasado que aun hoy en el presente te duele y están creando un efecto negativo en tu mente:
1. El pasado es pasado y Cristo te ha hecho nueva persona. No puedes pasarte la vida pensando en las cosas que no debiste hacer o las que debiste hacer. Lo hecho, hecho esta y debes de estar consciente que te enfrentaras a resultados de todas las decisiones que tomaste ene el pasado, aunque eso no significa que las enfrentaras sola, porque ahora eres propiedad de Cristo, por lo tanto todo es nuevo a partir del momento en el que le entregaste tu vida a Él. La Biblia dice: “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado!” 2 Corintios 5:17 (Nueva Traducción Viviente).
2. Lo que hiciste por mal que estuviera, si ya le pediste perdón a Dios, él ya te perdono. Hay muchos que no se creen perdonados porque consideran que lo que hicieron estuvo demasiado mal. Tienes que entender que cuando Dios te perdona, su perdón es un perdón: TOTAL, a tal punto que dice la Biblia: “Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados” Isaías 43:25 (Nueva Versión Internacional).
3. Tienes que dejar atrás todo eso que nada bueno te trae y proseguir hacia la meta. El Apóstol Pablo lo tenía muy claro y decía: “No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro sólo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús” Filipenses 3:13-14 (Nueva Traducción Viviente).
4. Trata de pensar en lo bueno. A veces creemos que imposible pensar en otra cosa, cuando nuestra mente esta cautivada por lo negativo, pero los pensamientos que en nuestra mente se anidan son producidos por lo que vemos, oímos o vivimos, nosotros podemos cambiar eso a través de buenas prácticas, no hay manera de vencer al mal que a través del bien, por lo tanto el Apóstol Pablo nos da un consejo: “Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado” Filipenses 4:8 (Traducción en lenguaje actual).
5. Recuerda, la posición en la que Cristo te tiene hoy en día. Ahora tú eres un hijo o una hija de Dios, ahora tú eres un Príncipe o una Princesa porque tu Padre es el Rey de reyes y Señor de señores, por lo tanto tienes que comprender que ahora Él vive en ti, por lo tanto TODO lo puedes porque Él es tu fortaleza. El Apóstol Pablo decía: “En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme” Gálatas 2:20 (Traducción en lenguaje actual).
Hoy quiero animarte a comenzar a pensar diferente, hoy quiero que sepas que no hay razón por la cual estar triste, Cristo ha pagado el precio por tu vida, ahora tu vida le pertenece a Él, ahora ya no vives para ti, sino que vives para Él.
Quizá te sientas triste en algún momento y es normal, pero siempre mantén presente en tu mente que tu gozo no proviene de un suceso humano o de una situación terrenal, tu gozo y tu fortaleza proviene del Señor que un día te amo con un amor tan puro y grande que transformo tu vida y te saco de la muerte a la vida eterna y ese suceso es suficiente razón como para no dejar de sonreír porque tu futuro a pesar de todo lo que te toque vivir en la tierra, está asegurado.
Por esa razón:
¡Regálale una sonrisa a Dios en señal de agradecimiento!

por Enrique Monterroza

domingo, 11 de diciembre de 2011

Que pensaria Jesús

Imaginemos que por un momento Jesús sin que no demos cuenta, se acerca a ti en tu platica cotidiana, pensando este es mi hijo yo morí por él, debe estar hablando de mi, de la palabra, dando testimonio, y cuál sería su sorpresa que al estar cerca, si eres un joven la plática, es una de tantas cual celular es mejor, lo más nuevo de la red, los videos más divertidos, algo sobre el futbol si tu equipo todavía está peleando por calificar, puedo ver como en Jesús se desdibuja una sonrisa, la expresión de alegría se convierte en confusión y compasión, por este hijo suyo, y sus palabras: pero apenas hace unos días prometió ser cada día más espiritual, prometió esforzarse, dejar de ser carnal, pero no ha podido, que pena que sus platicas solo sean de cosas temporales, que rápido se olvida de mi y eso que apena es lunes, y por la mañana, hay que trabajar mucho en él.
Y nosotros seguimos haciéndonos los sabios en cualquier tema, cuando la sabiduría debería ser en aplicar su palabra cada día, presumiendo la plática y cautivando a todos con tus palabras, hablando ahora de chicas, de programas de televisión, y de la película de moda, de cuantas veces has ido al cine en los últimos días, pero nada de cuanto has leído la biblia, nunca mencionaremos que no hemos aprendido un texto bíblico en meses, que pensaría Jesús, su sacrificio fue en vano, pues nosotros no cambiamos, estamos en el mundo y vivimos como si fuéramos del mundo, al menos nuestras palabras para con los demás, nos delatan, la palabra dice que : de la abundancia del corazón habla la boca; este pasaje nos dice que lo que decimos, lo que escuchan los demás, es un reflejo de nuestro corazón, lo que hay en nuestro interior, lo que son nuestras prioridades, apenas y se puede percibir que somos cristianos, y eso porque no decimos palabrotas, bueno eso siempre y cuando no nos hagan enojar.
En el caso de las chicas la cosa es tal vez mas interesante, una charla muy edificante cuando dos cristianas están juntas saliendo del templo, Jesús se acerca pensando: es domingo mis hijas si valoran el sacrificio que hice,

martes, 23 de agosto de 2011

3 Aspectos que los Jóvenes Deben Cuidar


Los jóvenes estamos expuestos a los ataques del enemigo, por ello, es necesario proteger tres áreas de nuestra vida que estan muy propensas a ser atacadas por las tentaciones.

Para ello, analizaremos Mateo 4:1-11 donde se cuenta que antes de comenzar su ministerio Jesús fue llevando por el Espíritu de Dios al desierto para ser tentado. Como jóvenes nos encontramos dentro de ese desierto donde nuestras vidas son probadas y tentadas. Jesús nos entiende claramente cuando pasamos una tentación, él saber lo que tenemos que batallar.

Jóvenes, muchos de nosotros nos sentimos sin fuerzas dentro de este desierto, pero Cristo es nuestra fortaleza y pronto auxilio. El diablo no es tonto, y sabía exactamente por cuales aspectos podía atacar la naturaleza humana de Jesús. Veamos cuales son:

[Físico] Jesús estaba hambriento y sediento, necesitaba alimento. Entonces el diablo le ofrece que convierta la piedra en pan. Pero Jesús responde contundentemente: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (v.4)” ¿En qué aspecto físico te está atacando Satanás?: sexo, vicios, malos hábitos alimenticios, homosexualidad, rechazo a nuestro aspecto físico y muchos otros. Pon todas tus fuerzas y confía en que Dios actuará en tu vida y sobre tu cuerpo. No dejes que tus decisiones te lleven a perder tu pureza e integridad. Estamos expuestos a satisfacer nuestros cuerpos, pero la Biblia dice que nuestros cuerpos son templo de Dios, por ello debemos cuidarlos. Las tentaciones físicas se nos presentan constantemente, pero contamos con la promesa de que Jesús está siempre con nosotros. Mantén una alimentación sana, aléjate de situaciones comprometedoras con el sexo opuesto, trata de hacer ejercicio. Ya que estado bien físicamente, tu relación espiritual con Dios también mejorará.

[Seguridad] En ocasiones nos sentimos inseguros, las situaciones de la vida nos hacen dudar de la existencia de Dios. Los jóvenes actualmente viven con cierta inseguridad sobre su futuro, amistades y economía. Sentimos incertidumbre y dudas por las señales que nos llegan del exterior. Satanás sabe que requieres de estabilidad y seguridad. Jesús fue llevado a un templo alto y fue expuesto para tentar a Dios, pero Jesús sabía que su Padre cuidaba de él, y reconocía que Dios no podía ser tentado. Dios conoce nuestra necesidad y cuando dejamos de confiar en que Dios cumplirá sus promesas estamos cayendo en la trampa del diablo. La depresión, la soledad, el miedo y la ansiedad porque otras personas nos acepten, son algunos puntos por los cuales el diablo nos debilita.
Joven, no dejes de depender en Dios en un momento difícil, o por una situación insegura, por una circunstancia adversa. Jesús sabe qué nos hace falta, pero también necesita conocer nuestra fidelidad. No te conformes con migajas, Satanás puede ofrecer certidumbre instantánea, pero Dios te ofrece seguridad eterna.


[Poder] La fama, el dinero, el reconocimiento, el poder, las riquezas son tentaciones a las cuales atamos propensos a caer. El diablo le ofreció a Jesús todos los reinos de este mundo y su gloria. ¿Qué te ha ofrecido Satanás últimamente, dinero, elogios, poder? Jesús contestó: Al Señor tu Dios adorarás y sólo al él servirás (v.9). Nuestro mundo nos ofrece muchas cosas, pero nada es gratis. El pago te lo cobrará la vida. Joven, no desperdicies tu vida en los deleites de este mundo, sino busca agradar a aquel que ha prometido lo mejor para ti. Que no te ahoguen tus amistades ni la sociedad te presione para tomar cierta decisión. Cuentas con la firmeza y el carácter para decir NO. Puedes ganar todo en el mundo, pero puedes perder tu eternidad.

Jesús nos enseñó cómo hacer frente ante la tentación. Medita la Palabra de Dios y obedécela de corazón. Escudriñar significa guárdala en su mente, memorícenla. Cuando venga la tentación, no te dejes vencer. Tu conoces muy bien cuáles son las trampas en las que es más fácil caer, trata de memorizar versículos que estén acordes a la situación que enfrentas y puedas repetirlos cuando llegue la tentación, y evita exponerte a situaciones que luego son difíciles de controlar.

Así como Jesús fue llevado por el Espíritu Santo, nosotros también somos llevados porque Dios quiere que mostremos fortaleza de carácter y quiere probar nuestra obediencia a él. Por ello debemos estar preparados ya que en todo momento Dios desea complacerse con nuestro estilo de vida.

La clase de santidad que quiero tener

Por Lucas Leys



A fines de los noventa, en Estados Unidos se puso de moda entre los cristianos llevar brazaletes, llaveros y ropa con la inscripción W.W.J.D que son las iniciales de las palabras en inglés de la siguiente pregunta, traducida al español: ´¿Qué haría Jesús?´

En una ocasión me invitaron a predicar en un enveto multitudinario donde el lema del encuentro era aquella sigla. Los que hablaron antes que yo se refirieron a la santidad y recomendaron a los jóvenes pensar muy bien antes de hacer algo malo y les advirtieron que hacer lo que no agrada a Dios trae consecuencias. Los jóvenes escuchaban con las cabezas gachas y algunos lloraban. Se respiraba un clima de tensión y vergüenza.

Mientras oraba con los ojos abiertos, esperando mi turno, el Señor me indicó: Hasta este momento, se ha hablado como si la pregunta fuera ´¿Qué cosas NO haría Jesús?´, en lugar de preguntar qué cosas sí hubiera hecho. Cuando me tocó hablar, leí el pasaje en Lucas donde el propio Jesús anuncia con qué misión había venido a la tierra:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar las buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor.” Lucas 4.18-19.

Acto seguido hablé de lo que Sí hizo Jesús y lo que quiere hacer hoy en la tierra a través de la nueva generación. Hablamos de transformar la sociedad, de impacto, de amor y de sacrificio. Al terminar el entusiasmo entre los jóvenes era evidente.

Pecados de acción y pecados de omisión

Es una lástima que la iglesia haya enfatizado por tanto tiempo sólo lo que no deben hacer los cristianos, lo que llamamos pecados de acción. Poco se ha enseñado sobre los pecados de omisión, que son aquellos pecados que tienen que ver con lo que no hacemos. Si hacemos una lista de los pecados de acción, de las cosas malas que no debemos hacer, la lista es larga como papel higiénico. Si anotamos los pecados de omisión, es decir, las cosas que deberíamos hacer y no hacemos, apenas recordamos unos cuantos: diezmar, orar, leer la Biblia, ir a la iglesia y obedecer a los padres. Estas son cosas esenciales, sin duda. Pero, ¿ahí termina lo que el cristiano debiera estar haciendo? ¿Qué haría Jesús en nuestro medio?

Estoy convencido de que hacer la obra de Cristo contribuye enormemente a nuestra santificación; cuando empiezo a hacer lo que hizo Jesús, tengo mucho menos tiempo para hacer aquellas cosas que no debería hacer y que Jesús nunca hizo. Cuando empiezo a quedarme, a no hacer lo que Dios quiere que esté haciendo, es fácil que la tentación me encuentre ´disponible´. Eso fue lo que le pasó a David.

Vayamos algunos años más adelante, mucho después de su valiente enfrentamiento con Goliat. El capítulo 11 de 2 Samuel relata que David tenía que salir en campaña contra los enemigos del pueblo de Dios, pero se quedó. El rey tendría que haber ido con el ejército pero se quedó muy cómodo en el palacio de Jerusalén mirando la tele. Una tarde (!) al levantarse de la cama, comenzó a pasearse por la azotea del palacio y desde allí vio a una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Primero la miró con un ojo, luego con dos y después le sacó una foto. Hizo que la trajeran y, aprovechándose de ser el rey y de que el esposo de la mujer no estaba, se acostó con ella. Una vergüenza para un hombre que conocía tanto de Dios.

Pero, ¿dónde había empezado todo? David no estaba donde tenía que estar. Estaba perdiendo el tiempo en el palacio en vez de estar haciendo lo que Dios quería que hiciera.
Dios quiere hijos santos. La santidad es la belleza de la cristiana y el cristiano. Por ser la santidad justamente un reflejo de la hermosura del carácter de Cristo en nuestra vida, somos santos cuando hacemos lo que Cristo hizo. Es lamentable ver cristianos que piensan que ser santo es no fumar, no tomar, no bailar ni decir malas palabras.

Esas características son una mínima expresión de lo que es la santidad. La persona santa es feliz porque está haciendo la voluntad de papá Dios, que es ´agradable y perfecta´ (Romanos 12.2). La madre Teresa de Calcuta fue santa, Martin Luther King, Martín Lutero y Hudson Taylor fueron santos, como todos aquellos que de todo corazón se entregan a hacer lo que Dios les pide y eso los hace parecerse cada vez más a Jesús.

Dios quiere algo más que solo no nos metamos en problemas con los cristianos a nuestro alrededor. Él quiere un corazón obediente y una fe total. Él está más interesado en el corazón de sus hijos que en sus habilidades y conocimientos. Quiere vidas a prueba de pruebas. Quiere cristianos que mantengan el gozo y la esperanza en las dificultades; que conserven la paz y el dominio propio en medio de las tensiones. Dios quiere algo más que carisma y popularidad; él está buscando verdadera santidad. Esa que tiene que ver con la pureza de corazón y de la que podemos conversar en voz baja solo ÉL y nosotros. Santidad que tiene que ver con lo que en nuestro lugar hubiese hecho el Santo.

Yo quiero alejarme de aquellas cosas que ofenden a mi Señor. Pero también no quiero ofenderlo al no hacer lo que me pide.

martes, 14 de junio de 2011

Te fallaran


A veces cometemos el error de creer que hay personas tan buenas y con sentimientos tan nobles que jamás te harían un daño. Depositas tu confianza equivocadamente en esas personas, piensas que son parte de tu vida y de pronto te das cuenta que todo era una farsa, una mentira y aquella persona que tenias como una excelente persona, ahora se ha convertido en tu peor pesadilla.

Y es que nosotros cometemos errores aun a sabiendas que no tenemos que cometerlos, por ejemplo, todos hemos leído el siguiente pasaje en la Biblia: “El Señor dice: Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo” Jeremías 17:5 (Dios Habla Hoy).

Es duro leer ese pasaje, pero es más duro saber que a veces nosotros depositamos más nuestra confianza en un hombre, que en las promesas de Dios para nuestra vida.

Pueda que en los últimos días alguien a quien tú querías mucho y en quien confiabas te defraudo; aquella persona de quien tu nunca creíste que te haría un mal, te fallo y ahora tienes dentro de ti un sentimiento horrible de saber que alguien que siempre te demostró sinceridad, fidelidad y apoyo, simplemente te fallo y no era la persona que tu habías idealizado.

Y es que cada uno de nosotros debemos de tener conciencia que no importando cuanta confianza y sinceridad nos demuestre una persona, tarde o temprano nos fallara, como imperfecto que es cometerá algún error del cual nos sentiremos defraudados.

En esos momentos tenemos que tratar de llevar todos esos sentimientos encontrados al ámbito espiritual y reflexionar en el amor de Dios, en su Misericordia, en su Gracia derramada sobre nuestra vida y sobre todo en su Perdón incomparable.

Si nosotros lejos de ver a una persona como perfecta e incapaz de fallarnos, las vemos como personas propensas a fallarnos, todo cambiaria, si cada uno de nosotros tuviéramos un corazón perdonador, lejos de acusar y de defraudarnos, podríamos dar la mano al que nos fallo y decirle: “No importa, te comprendo, acá no ha pasado nada”.

Hablo de esas relaciones de amistad que muchas veces tenemos en donde confiamos plenamente en aquel amigo o amiga y pensamos que jamás nos fallara. Si ese amigo o amiga te falla, no puedes acusarlo, porque al igual que él, tú también eres imperfecto y a pesar que quizá tu no le fallaste a él o a ella, también estabas propenso a hacerlo. Lastimosamente fue tú amigo o amiga la que fallo y no tú, pero eso no es motivo para no perdonar y dar una nueva oportunidad.



Jesús nos enseño como debíamos perdonar aquellos que nos han fallado; en una ocasión Pedro le pregunto: “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete” Mateo 18:21-22 (Reina-Valera 1960).

Dios como un experto en perdonar, también quiere que cada uno de nosotros podamos perdonar a aquellos que nos fallan, El anhela que nuestro corazón pueda estar limpio, que no pueda haber rencor, odio o cualquier sentimiento negativo que pueda evitarnos avanzar en la vida cristiana.

Por esa razón este día quiero motivarte en primer lugar a perdonar a aquellos que te han fallado, si hay alguna persona en la que confiabas y en la que nunca creíste que te fallaría, pero aun así, lo hizo, debes perdonar a esa persona y sobre todo aprender a que no puedes depositar tu total confianza en una persona, porque nosotros los humanos somos imperfectos y se nos hace muy fácil fallar, por tal razón debes estar consciente que tus amigos, por muy buen amigo tuyo que sea, puede fallarte, aun cuando no lo quiera hacer, su naturaleza es esa y tú también puedes fallarle en cualquier momento.

Confiemos solamente en Dios, pues si tu depositas tu confianza total en El, jamás te defraudara, El es una Amigo Fiel para nosotros y su Fidelidad es Incomparable.

La Biblia dice:

“Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel porque él jamás rompe su promesa”.
2 Timoteo 2:13 (Traducción en lenguaje actual)

Si bien es cierto tus amigos o tus seres queridos te fallaran, aun con todo esto Dios jamás lo hará, por lo tanto descansa en sus brazos, apóyate en El, porque El siempre estará allí para levantarte de cualquier situación.

Muchos te pueden fallar, pero Dios jamás te fallara.
Autor: Enrique Monterroza

jueves, 2 de junio de 2011

PEDRO I por Felix Ortiz


MATEO 16:13-20

IDEA PRINCIPAL

JESÚS SE ENCUENTRA CON NOSOTROS Y NOS PREGUNTA QUIÉN CREEMOS QUE ES ÉL

QUIÉN ERA

Pedro, a quien ya hemos introducido en otras ocasiones.


EN QUÉ CIRCUNSTANCIAS SE ENCONTRÓ

Jesús abandona Galilea después de un tiempo de intenso ministerio en aquella región y decide trasladarse al otro lado del lago de Genesaret, concretamente a la zona de Cesarea de Filipo. La ciudad se llamaba con anterioridad Paneas, debido a que era un centro en el que se adoraba al dios griego Pan. Por aquellos años, Filipo, el tetrarca de la zona, la había rebautizado con el nombre que aparece en la Biblia en honor de sí mismo y de César.

En este contexto, Jesús tiene una conversación con sus discípulos y les interroga acerca de cuáles eran los comentarios que la gente hacía con respecto a su identidad. No nos cabe la menor duda que el Maestro estaba perfectamente al día acerca de lo que se decía de Él. Su interés radicaba especialmente en contrastar las opiniones populares con las de sus discípulos. Jesús quería saber cómo iba evolucionando su percepción de quién era Él entre aquellos que debían jugar un papel clave en sus planes.


QUÉ IMPACTO PRODUJO EL ENCUENTRO EN SU VIDA

La pregunta iba dirigida a todos los discípulos en general y estos respondieron lo que, sin duda, habían escuchado oír y comentar a las personas.

Le dijeron que algunos pensaban que era Juan el Bautista. No es de extrañar esta afirmación. Recordemos que el propio Herodes, quien había mandado asesinar a Juan, pensaba que Jesús era el bautista resucitado (véase Mateo 14:1 y 2). También le comentaron que otros afirmaban que era Elías. Tiene sentido, ya que se pensaba que este respetado profeta del Antiguo Testamento, debía de preceder a la aparición del Mesías venidero (véase Malaquías 3:1-3). Se le dijo que había quienes pensaban acerca de Él como Jeremías. La explicación para esto también hay que buscarla en las expectativas mesiánicas judías. Finalmente, otros comentarios populares indicaban que podía ser alguno de los profetas, pensamiento este inspirados en textos como Deuteronomio 18:15-18.

Entonces, Jesús plantea la pregunta que realmente le interesaba, Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Pedro es quien toma la iniciativa de responder de forma individual a una pregunta hecha por Jesús de forma colectiva, Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.

Jesús afirma que algo muy importante había sucedido en la vida de Pedro, este había llegado a una mayor y mejor comprensión de la identidad de Jesús, había afirmado su carácter divino y su especial relación con el Padre, sin embargo, en palabras del Maestro, esto le vino, no por enseñanza humana, sino por revelación divina. No se nos dice de qué modo esto sucedió, sin embargo, si se nos afirma que hubo una intervención de Dios y esto nos enseña que el Señor trabaja en los corazones de las personas revelando el auténtico carácter e identidad de su hijo. Algo más sucedió en la vida de Pedro, de nuevo recibe una misión, en este caso relacionada con el establecimiento de la iglesia, es decir, la dimensión comunitaria de la fe cristiana.


QUÉ APLICACIÓN TIENE PARA NOSOTROS

¿Quién es Jesús? El problema de su identidad sigue siendo tan actual y crucial hoy en día como lo fue hace dos mil años cuando el Maestro confrontó a sus discípulos con esa pregunta tan directa y punzante.

Durante su vida, su identidad siempre fue conflictiva. Sus contemporáneos, en varias ocasiones quisieron matarlo a pedradas por blasfemo. Cuando en una de las situaciones Jesús los confrontó y les preguntó por qué maldad que hubiera hecho querían apedrearlo. Ellos respondieron, que por ninguna, sino porque siendo un simple mortal, afirmaba ser igual a Dios. Situaciones de este tipo se repitieron con harta frecuencia en su ministerio público. De hecho, y por paradójico que pueda parecer, Jesús fue condenado a muerte a causa de su identidad, no por nada que hubiera hecho o dejado de hacer, sus afirmaciones de ser hijo de Dios le acarrearon la condena a muerte por blasfemia, siendo solamente hombre, pretendió ser Dios.

Jesús es hoy en día popular y respetado… en tanto que ser humano, naturalmente. En una reciente encuesta realizada entre universitarios españoles, Jesús era considerado como una de las personas más influyentes de la historia de la humanidad. Reconocerlo como un gran maestro de moral, un líder singular, una persona de gran influencia, un modelo a seguir, etc., no representa un mayor problema para muchas personas de nuestra sociedad. Aceptar su divinidad es otra historia muy diferente.

Porque aceptarla trae consigo una gran cantidad de implicaciones. Si Jesús es Dios, entonces tiene autoridad, puede juzgarnos, puede emitir opiniones sobre nuestro estilo de vida, nos coloca ante disyuntivas morales y nos desafía a cambiar nuestra forma de vivir, pensar, actuar, nuestros valores y nuestras prioridades. Ante todo esto, es mejor negar su identidad y apostar a que no fue Dios.

Pero Jesús, no únicamente pregunta a nuestros contemporáneos acerca de su identidad, también nos pregunta a nosotros. Los que nos movemos en contextos religiosos podemos responder de forma correcta a la pregunta y afirmar que Jesús es el Mesías, el hijo del Dios viviente. Pero nuestra respuesta puede ser simplemente eso, correcta desde el punto de vista de las ideas, sin que tenga ningún efecto, ninguna influencia en nuestro estilo de vivir.

Pero Jesús no quiere, no espera y no desea simplemente esa respuesta fácil, intelectual, que cualquiera puede dar. Él desea la respuesta comprometida, la que nos lleva a un cambio radical, que comienza con nuestra manera de pensar, sigue con nuestros valores y prioridades y acaba manifestándose en una conducta diferente que es evidente para todos.

No es aventurado afirmar que si fuéramos cuestionados por Jesús, sin duda, daríamos la respuesta correcta, y que a la misma, Pablo, el apóstol, si estuviera presente (muy hipotético ¿verdad?) nos respondería, entonces, ya no vivas para ti, sino para Él, que murió y resucitó por ti. (1 Corintios 5:15) Porque la identidad de Jesús nos invita, ante todo y sobre todo, a vivir de forma diferente.


PREGUNTAS DE APLICACIÓN

1. Y tú ¿Quién dices que es Jesús?
2. ¿Has dado la respuesta fácil, la respuesta evangélica o has dado la respuesta correcta, la que lleva consigo un cambio en pensamiento, valores, convicciones y vida?
3. ¿Qué diferencia marca en tu vida el afirmar que Jesús es el Mesías, el Hijo del Dios viviente?

viernes, 20 de mayo de 2011

POSTMODERNIDAD, ECOLOGÍA Y CUIDADO DE LA CREACIÓN


Hay muchas cosas que podemos aprender de la forma postmoderna de ver el mundo. Una de ellas, es el cuidado y preocupación por la naturaleza, algo que los cristianos a menudo despreciamos y que forma parte del plan redentor de Dios.

El éxito cinematográfico AVATAR narra una apasionante historia en la que los seres humanos, sedientos de más y más materias primas destrozan el hábitat natural de un pueblo indígena en un imaginario planeta. A pesar de sus veleidades y coqueteos con la nueva era, la película nos llama la atención sobre un tema que, por demasiado tiempo, los cristianos hemos estado totalmente despreocupados, la ecología, la conservación del medio ambiente o, dicho en lenguaje bíblico, la mayordomía de la creación.

Es triste que los cristianos hayamos abdicado de una enseñanza bíblica tan importante y nos hayamos dejado arrastrar por la vorágine consumista y capitalista que está abusando, expoliando y destruyendo la creación de Dios. Hemos de tener la humildad de reconocer que muchas personas no cristianas y desconocedoras del principio de ser mayordomos de la creación nos han aleccionado y guiado en este proceso. Vaya para ellos mi reconocimiento.


DIOS ES EL CREADOR

Los capítulos 1 y 2 de Génesis nos indican que Dios es el creador de todo lo existente. La creación, aunque diferente del Creador, refleja su carácter, del mismo modo que una obra de arte refleja el carácter del artista que la llevó a cabo.

En Génesis 1:31 se nos menciona que tras acabar la creación el propio Dios declaró que todo lo creado era bueno en gran manera. Es importante esta afirmación, ya que al ser declarada buena por Dios, la creación tiene un valor intrínseco, es valiosa en sí misma, no lo es por el hecho de que contribuya al sostén del género humano, no lo es porque nosotros podamos sacar de ella provecho.

El propio Dios ha declarado ser propietario absoluto de toda la creación. Esta es una verdad que una y otra vez repiten los salmos (24:1; 89:8-14;) Además, el Señor continua proveyendo y sosteniendo todo lo creado. El salmo 104 es un magistral ejemplo en este sentido. En respuesta a ello, el salmista indica, que toda la creación reconoce y alaba al Señor (148)


LA RESPONSABILIDAD DE CUIDAR DE LA CREACIÓN

En Génesis 1:26-28 leemos que el ser humano recibió de parte de Dios el mandamiento y responsabilidad de hacerse cargo del cuidado de su creación. El texto bíblico dice, ejerza dominio. Ahora bien, la palabreja dominio nos plantea un serio problema ya que, depende de cómo se interprete, interaccionamos de una manera u otra con la creación de Dios.

Hay dos grandes interpretaciones al respecto que el cuadro que encontrarás a continuación trata de sumariar.

Dominio entendido como explotación
Dominio entendido como responsabilidad
Toda la creación ha sido formada con el único propósito de la satisfacción del genero humano.
El ser humano tiene la responsabilidad de cuidar y preservar la creación de Dios.
El mundo fue creado con el propósito de servir a la humanidad.
La humanidad es la mayordoma de la creación de Dios.
El medio ambiente, la naturaleza, es vista como un recurso.
El medio ambiente, la naturaleza, es vista como una responsabilidad.
El mundo creado tiene valor única y exclusivamente en la medida que suple las necesidades humanas.
El mundo creado tiene un valor intrínseco, en sí mismo.

La perspectiva que adoptemos determinará cómo nos relacionemos con la creación y que uso hagamos de ella. Por eso, es tan importante especificar el significado de dominio. Génesis 2:15 puede ayudarnos en este sentido. Las expectativas de Dios son que el hombre cultivara y cuidara del jardín.

Es importante que notemos que nunca se le dio propiedad sobre la creación, sino responsabilidad de cuidado de la misma. La palabra cuidar/guardar que aparece en Génesis es la misma que aparece en la bendición sacerdotal de Números 6:24-27. En ambos casos aparece la palabra “shamar” que significa cuidar de una manera gentil, amorosa, preservadora.

De hecho podemos ver que las leyes levíticas protegían tanto a los animales como a la tierra. Deuteronomio 5:12-15 nos indica que los animales descansarían en el día del reposo del mismo modo que los seres humanos. Levítico 25:1-7 nos habla de la necesidad de que la tierra pueda reposar a fin de poder renovarse.


LA CREACIÓN FUE AFECTADA POR EL PECADO

El pecado produjo cuatro grandes rupturas en el ser humano –una ruptura en la relación con Dios, una gran ruptura interna, una fractura en la relación con otros seres humanos y, finalmente, una ruptura con la creación.

En Génesis 3:17-19 leemos que la tierra fue declarada maldita por causa del ser humano. Desde entonces la naturaleza, hasta entonces benéfica, se vuelve hostil y el ser humano pasa de cuidador a depredador de lo creado por Dios. En Génesis 1:29-30 todas las plantas son dadas a la humanidad para su consumo. Sin embargo, en 9:1-5 vemos que también los animales son dados para alimentar a la humanidad. Además, recuerda que animales tuvieron que ser sacrificados para que la desnudez del ser humano pudiera ser cubierta. Su pecado exigió el derramamiento de sangre inocente.

Desde entonces, como indicaba anteriormente, la naturaleza se ha vuelto hostil al ser humano, hasta tal punto que en Génesis 7 vemos como Dios la usa para destruir a la humanidad pecadora.

Pablo escribiendo a los romanos indica que toda la creación espera el momento escatológico de su liberación. Nos dice el apóstol que la creación sufre, no por culpa suya, sino a causa del pecado del ser humano. Es importante notar que cuando los profetas hablan del día del Señor y la renovación de todas las cosas incluyen a la creación incluyendo, naturalmente, los animales. Si no me crees lee Oseas 2:18 e Isaías 11:6-9.


EL PLAN REDENTOR DE DIOS TAMBIÉN INCLUYE LA CREACIÓN

1 Juan 3:8 dice, el Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. Esas obras son las cuatro rupturas producidas por el pecado, incluyendo la ruptura con la creación.

Juan 3:16 es, sin duda, el versículo más querido de la Biblia y el más conocido. También uno de los mas mal entendidos. El original griego, literalmente, indica que Dios amó tanto al cosmos que dio a su Hijo. Nosotros hemos traducido cosmos, como mundo, cuando el sentido original es creación. Juan 3:16 se lee de una manera muy diferente cuando cambias mundo por creación. Dios envió a su Hijo como muestra de su amor por su creación.

Cuando Dios decidió hacerse ser humano, como tú y como yo, estaba abrazando y dignificando su creación. La tomó sobre sí mismo al hacerse como uno de nosotros. Filipenses 2 y Juan 1:1-8 nos hablan de la encarnación, el proceso por medio del cual el Creador abraza la creación.


COLABORAMOS CON EL PLAN REDENTOR DE DIOS CUANDO SOMOS BUENOS MAYORDOMOS DE SU CREACIÓN

Debemos de recobrar nuestra identidad como cuidadores y protectores de la creación de Dios. Somos mayordomos y seremos llamados a cuenta de cómo la hemos usado y cuidado.

Tenemos que ganar conciencia y entender que cada vez que la naturaleza es abusada, explotada sin control y degradada es nuestra herencia como hijos del Rey del Universo la que resulta afectada.

La tierra está en peligro, debido a la deforestación, al uso indiscriminado y no sostenible de los recursos naturales, a la polución y contaminación sin control que provoca, entre otras muchas cosas, el calentamiento global. Todo ello, nos debe mover a tener cuidado de la creación porque ponemos en peligro la supervivencia de la humanidad. Sin embargo, aunque no fuera así, aunque todo lo anterior no existiera, igualmente deberíamos de tener cuidado porque es el primer mandamiento que el ser humano recibió y porque forma parte del proceso redentor puesto en marcha por Jesús.

Otros nos han guiado en ese camino que nosotros, los hijos del Creador, hemos ignorado e incluso para vergüenza nuestra, hemos juzgado, criticado y despreciado. Debemos seguirlo y encabezar el movimiento. La iglesia debe de estar en la vanguardia de la ecología y la preservación de la naturaleza.

Eso tiene implicaciones muy prácticas para todos nosotros. Hemos de ser críticos con la forma en que vivimos, la energía que consumimos, el agua que usamos –mil millones de habitantes de este planeta no tienen acceso a agua potable- , la forma en que nos alimentamos y qué hacemos con los alimentos. Hemos de reciclar, preservar y nunca gastar nada que no sea imprescindible y necesario. Hemos de apoyar todos los movimientos y campañas que tengan como finalidad preservar y mantener la creación de nuestro Padre, porque llegará un día en que como dice la Escritura se nos dirá, da cuenta de tu mayordomía.

lunes, 2 de mayo de 2011

BUENAS NOTICIAS PARA UNA GENERACÓN ROTA


por felix Ortiz Fernandez

BUENAS NOTICIAS PARA UNA GENERACIÓN ROTA

El relativismo moral es una de las características de la sociedad postmoderna. Lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto se convierten en una cuestión de gusto y preferencia personales. La buena noticia del evangelio que ofrece perdón deja de serlo, ya que nadie se siente culpable porque desaparece el concepto de pecado. Sin embargo, la Biblia trae nuevas buenas noticias para una generación rota.

EL RELATIVISMO

Muchos de los amigos de mis hijos mantienen relaciones sexuales con sus novios y novias y carecen de todo sentido de pecado y sentimiento de culpa. Es propio de la postmodernidad que tiene en el relativismo moral una de sus características definitorias.

El relativismo sostiene que las verdades absolutas en el terreno de la ética, la moral y el comportamiento no existen. Que el bien y el mal, lo correcto y lo correcto son una cuestión de gusto y preferencia personal. Además, estas preferencias, no sólo cambian de persona a persona, es decir, lo que es bueno para ti no necesariamente lo es para mí. Sino también, en esas mismas personas, cambian en función de las circunstancias y situaciones, es decir, lo que era bueno para mí ayer, no necesariamente lo es hoy, o no necesariamente lo es en las presentes circunstancias.

Lo anteriormente dicho, que queda muy bien a nivel filosófico, haría la vida en comunidad prácticamente inviable. Por eso, existe lo que podríamos llamar una versión pragmática de ese relativismo radical filosófico. Es lo que se ha venido a denominar el relativismo cultural. Este viene a decir lo siguiente, ya que hemos de vivir en comunidad, debemos de tener unos acuerdos mínimos acerca de lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo. Una vez hecha esta decisión, castigaremos al que quebrante los acuerdos a los que hemos llegado.

Por tanto, el bien y el mal se convierten en una construcción cultural. Es decir, algo que no existe de manera objetiva por encima de nosotros, sino algo que nosotros decidimos y, consecuentemente, podemos cambiar tantas veces como queramos, necesitemos o nos convenga. Ahora bien, esos acuerdos tan sólo son válidos para los grupos humanos que así lo han decidido, no tienen ningún valor para otros grupos que no los aceptan como propios. Seguimos, pues, con una cuestión de gusto y preferencia, sólo que en este caso es grupal y no personal.


LAS CONSECUENCIAS

Una de las primeras víctimas del relativismo es el concepto de pecado. Este desaparece, ya que aquello que es pecado para mí, no necesariamente es percibido como pecado por otra persona. Lo que es visto como correcto por ti, no necesariamente lo será por tu vecino. Este no negará que lo sea para ti. Te comentará que si así tú lo crees es fenomenal, pero que él no se siente necesariamente obligado por los mismos principios éticos y morales que tú.

La segunda víctima del relativismo es el sentimiento de culpa. Si lo que hago no considero que esté mal no existe ninguna razón por la que deba sentirme culpable por ello. Si otra persona considera que es incorrecto, es lógico que se sienta mal y tenga un sentimiento de culpa por quebrantar sus valores, no es mi caso ya que no reconozco como propios esos valores.

La tercera victima es la buena noticia del evangelio que deja de ser buena noticia. Si las personas no se sienten culpables y, hay una creciente carencia de culpa en nuestra sociedad, no tienen necesidad del perdón y, consecuentemente, no perciben ni valoran las buenas noticias del evangelio que traen perdón para el pecador.


EL RETO

Esta creciente carencia de sentimiento de culpa es perceptible incluso entre los jóvenes de nuestras iglesias y plantea un gran reto. Muchos de nuestros esfuerzos evangelísticos están todavía basados en aliviar el sentido de culpa que el pecado produce en nuestras vidas. Los estudiosos del mundo greco-romano indican que en los tiempos del apóstol Pablo existía a lo largo y ancho de todo el imperio un sentido universal de culpa. Esto explicaba en parte la popularidad de las religiones mistéricas y constituyó un terreno abonado para el evangelio con su mensaje de perdón para el pecado.

Pero esa es cada vez menos la realidad social en la que nos movemos. ¿Cómo podemos compartir el evangelio a una generación que carece de un sentido de culpa, porque no tiene un concepto de pecado? ¿Cuál es la buena noticia para esa generación? ¿El perdón? ¿De qué han de ser perdonados, si de nada se sienten culpables?

Ante tal problema, nuestras estrategias de evangelización nos fuerzan a crear un sentimiento de culpa en la persona para después, por medio del mensaje del evangelio, poderlo aliviar. Hay que hacer que la gente se sienta mal para que después podamos hacerlos sentir bien. Hay que convencerlos que están enfermos para que quieran ir al médico. La verdad, en una sociedad postmoderna y, por tanto, relativista, el impacto que estas estrategias tienen entre la juventud es cada vez menor.

Pero ¿Es posible que la Biblia nos de una nueva comprensión de la realidad de los jóvenes? ¿Es posible que la Palabra de Dios nos de luz sobre cómo acercarnos con el evangelio a una sociedad relativista y sin sentido aparente de culpa? Pero sigamos con las preguntas ¿Es posible que el evangelio pueda ser percibido por una generación relativista como una buena noticia? Creemos que si.


BUENAS NOTICIAS PARA UNA GENERACIÓN ROTA

El capítulo 3 del libro de Génesis es una auténtica joya que nos trae una nueva comprensión de cómo llegar al joven relativista y postmoderno. Ese capítulo del primer libro de la Biblia nos narra el pecado de ser humano.

El pecado es presentado como un acto de rebelión contra la autoridad soberana de Dios. Es una declaración de independencia. El hombre quiere ser como Dios y ya no vivir en dependencia y sumisión a su creador.

Pero esta rebelión contra la autoridad cósmica de Dios trae consecuencias imprevisibles, aunque anunciadas, para el ser humano. Estas consecuencias se manifiestan en la forma de cuatro rupturas.

La primera, es una ruptura con Dios. En el relato de Génesis vemos cómo el hombre se esconde de su creador y lo hace porque se siente culpable y, se siente culpable, simplemente porque lo es. Tiene conciencia de haber hecho mal y experimenta la vergüenza de haberle fallado a Dios. Tiene cosas que ocultar y, por tanto, no puede ser transparente ante Dios y se esconde.

La segunda, es una ruptura interna. Cuando leemos el texto nos damos cuenta que el ser humano comienza a experimentar, como consecuencia de su rebelión contra Dios, estados emocionales autodestructivos que, anteriormente, estaban ausentes de su vida. Adán y Eva sienten vergüenza, miedo, culpabilidad. Si vamos al siguiente capítulo podremos ver que aparecen la ira, los celos y la envidia. A todos estos podríamos añadir muchos más, la depresión, la ansiedad, la angustia, los remordimientos y toda esa amplia gama que todos nosotros hemos experimentado, experimentamos o experimentaremos a lo largo de nuestra experiencia humana y que rompen interiormente al ser humano.

La tercera, es una ruptura con otros seres humanos. Adán y Eva se enfrentan mutuamente. Si pueden salvar su pellejo a costa de hundir al otro no dudan en hacerlo. El pecado ha roto sus relaciones, se acusan mutuamente ante Dios en vez de solidariamente aceptar su responsabilidad. De nuevo, en el capítulo 4 vemos un paso más en ese proceso de degradación de las relaciones, Caín mata a su hermano Abel.

La cuarta y última es una ruptura con la creación. El ser humano, que había recibido el encargo de ser un mayordomo de la creación se ha convertido en un depredador. La tierra, dirá el Señor en Génesis, será maldita por tu culpa. Toda la creación, afirma el apóstol Pablo, gime esperando la liberación. Desde ese momento la humanidad no ha dejado de destruir la creación de Dios.

La Biblia, como consecuencia del pecado, define al mundo como un universo roto y fracturado. Todo ser humano, tú y yo incluidos experimentamos esas rupturas. Puede ser difícil para muchos jóvenes reconocer que hay una ruptura en su relación con Dios, pero no negarán las otras tres ¡Son tan evidentes en todas nuestras vidas!

Juan, en su primera carta capítulo 3 versículo 8 escribe: “El hijo de Dios vino para aniquilar la obra del diablo” La gran obra del diablo ha sido inducir al ser humano a rebelarse contra Dios y, consecuentemente, experimentar esas cuatro grandes rupturas. Si el pecado ha traído al ser humano rompimiento, la salvación ganada por Jesús, trae restauración.

Si el pecado afectó al ser humano de forma integral, del mismo modo la salvación ha de afectar a la humanidad de forma integral. La salvación es pues el proceso por medio del cual Dios restaura en nosotros esas cuatro fracturas, Dios nos reconcilia con Él, nos reconcilia con nosotros mismos, nos reconcilia con otros y nos reconcilia con su creación.

La salvación no es únicamente un asunto espiritual. Tiene una vertiente espiritual, pero es mucho más que eso, del mismo modo que el pecado no es únicamente una cuestión espiritual, es algo que afecta al ser humano en su totalidad.

El relativismo, por tanto, no supone un obstáculo para que el evangelio sea buena noticia. Nos encontramos ante una generación de jóvenes que está rota y se siente rota y nosotros tenemos una increíble noticia para ellos, Dios tiene el deseo y el poder para restaurar sus vidas y sus relaciones y lo hace por medio del Jesús, el hombre nuevo, el modelo y prototipo de una nueva humanidad.

No necesitamos insistir en nuestras viejas estrategias de hacer sentir culpables a los jóvenes para después aliviar su sentido de culpa. Comencemos donde están, comencemos con su experiencia de ruptura y expliquémosles el porqué viven y experimentan esas rupturas y cómo a través de Jesús pueden ser restauradas y sanadas.

El evangelio sigue siendo buenas nuevas, hay restauración para una generación rota.

ALGUNAS IDEAS PRÁCTICAS

1. Examina tu propia vida ¿Puedes reconocer esas cuatro rupturas?

2. ¿Has experimentado la salvación integral que Jesús ganó para ti? ¿Hay alguna de esas rupturas que aún no ha sido sanada por Dios?

3. Acércate a los demás y pregúntales si experimentan esas rupturas. Escucha cuidadosamente sus respuestas.

4. Pregúntales si pueden explicar de dónde proceden, cuál es la causa de esas rupturas que afirman experimentar.

5. Ofrécele una perspectiva bíblica para entender su experiencia como seres humanos.

VER CON ATENCIÓN

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martes, 19 de abril de 2011

IDOLATRÍA POSTMODERNA


Mira por encima de tu teología para que puedas ver al verdadero Dios.


Uno de los grandes peligros de la postmodernidad es hacernos dioses a nuestra medida, conforme nuestros deseos e intereses. Los cristianos evangélicos no estamos a salvo de crear nuestros propios ídolos teológicos. Únicamente volvernos a Jesús puede salvarnos de este nuevo tipo de idolatría.



NO TE HARÁS IMÁGENES NI LAS ADORARÁS

El capítulo 17 del libro de Jueces nos cuenta la sorprendente historia de Micaía. Este personaje se construyó un ídolo con un dinero que le había robado a su madre. Después, contrató a un levita que se encontró de forma fortuita para que fuera su sacerdote personal. Tenía todo lo que necesitaba, su propio Dios y su propio sistema de culto, ambas cosas, naturalmente a su servicio. De hecho, su historia acaba con el convencimiento de Micaía de que las bendiciones de su dios estaban aseguradas.

El mandato bíblico tal y como aparece en Éxodo 20: 1-4 prohíbe expresamente que nos hagamos ningún tipo de imagen de Dios, que no nos fabriquemos ídolos y, naturalmente, mucho menos que los adoremos. Nosotros, los evangélicos, hemos usado este pasaje en nuestra confrontación con los católicos y les hemos acusado de idólatras y de romper de forma descarada uno de los diez mandamientos. Nos sentimos muy satisfechos de que, a diferencia de ellos, nosotros estamos libres de idolatría y no tenemos ni adoramos imágenes.

Lamentablemente no es del todo verdadero porque, si bien es cierto, que carecemos de ídolos de metal si que tenemos y, tremendamente poderosos, ídolos mentales. Porque la prohibición bíblica de no hacer imágenes no queda relegada única y exclusivamente al ámbito material, sino también al ámbito mental. Puedes crearte tu propia imagen mental de Dios y adorarla, reverenciarla e incluso manipularla a favor tuyo. Personalmente me dan mucho más miedo las imágenes mentales que las de metal (o madera, plástico metacrilato o cualquier otro material), ya que las primeras son mucho más poderosas, perniciosas y sutiles que las últimas.

Un poeta escribió, la mente se convierte en aquello que contempla. Esto es un arma de doble filo, porque si lo que contemplamos es bueno, nos transformamos a su imagen, pero es fácil imaginar que sucederá si aquello que contemplamos es una imagen equivocada. Es un principio antropológico que los pueblos moldean su carácter en función del tipo de dioses que adoran. Pueblos que adoran dioses de la guerra acostumbran a ser sanguinarios. Si nos convertimos en aquello que adoramos hemos de estar seguro que la imagen de Dios que tenemos es la correcta y la adecuada y, naturalmente, si estamos trabajando con jóvenes hemos de transmitirles una correcta perspectiva del Señor evitando la transmisión de mis propios ídolos.


ÍDOLOS TEOLÓGICOS

El hecho de que seamos cristianos y que tengamos la Palabra de Dios no nos hace inmunes al peligro de crear nuestras propias imágenes mentales de la divinidad. Tenemos la tendencia a pensar que nuestra imagen de Dios es fiel, objetiva y responde claramente a lo que las Escrituras enseñan. Permíteme decirte que eso no necesariamente es cierto.

Todos nos acercamos a la Palabra con un filtro teológico. Este es proporcionado por nuestro contexto religioso, iglesia, denominación, misión, etc. Este filtro hace que veamos a Dios, su relación con nosotros, con el mundo y la vida cristiana en general, de una manera muy determinada y precisa. Este filtro, permíteme la comparación, es como tu retina, ves a través de ella pero no eres consciente en la vida cotidiana de su existencia.

Tener un filtro teológico no es malo si somos conscientes de ello. No es pernicioso si reconocemos que lo que vemos a través de él es limitado, no es definitivo y puede, es más, necesita ser sometido a revisión. Lo que resulta fatal es cuando confundimos nuestro filtro con la realidad y nos pensamos que ambas cosas son similares. Entonces, nuestra imagen de Dios se ha convertido en un ídolo teológico, pero ídolo al fin y al cabo. Entonces, ya no estamos adorando al Dios único sino más bien a la imagen que de Él nos hemos formado a través de nuestro filtro teológico y a esa imagen adoramos y a semejanza de ella nos conformamos y se moldea nuestra vida.

Tener la Palabra de Dios no necesariamente es garantía de la carencia de filtros que condicionen nuestra interpretación de la misma. Los fariseos en tiempos de Jesús son un claro ejemplo de ello. Eran buenos conocedores y estudiosos de la Palabra, sin embargo, tenían su propio filtro que condicionaba de formal total la interpretación de la misma. Al respecto, Alan Hirsch, en su libro, Untamed: Reactivating a Missional Discipleship, dice lo siguiente:

Ciertamente este fue el problema de los fariseos: su doctrina se convirtió en algo tan consolidado que programó de antemano su comprensión de Dios. Eso significó que fueron incapaces de comprender a Dios tal y como se manifestó en Jesús: Jesús simplemente no encajaba con sus categorías teológicas. Sin embargo, rehusaron cambiar estas categorías para que encajaran con la revelación de Dios y, de este modo, acabaron rechazando al Mesías que tanto habían anhelado.

No nos engañemos, esto mismo puede sucedernos a nosotros. Podemos estar forzando a Dios dentro de nuestra estructura teológica para que se acomode a nuestros parámetros. Podemos estar creando un ídolo teológico y, lo que es más triste, sin tener conciencia de ello y juzgando como idólatras a aquellos que perciben a Dios de forma diferente. Ahora bien ¿Es posible evitar la creación de ídolos teológicos? ¿Podemos evitar el quebrantamiento del mandamiento divino de no hacernos imágenes?



JESÚS EL ANTÍDOTO CONTRA LA IDOLATRÍA MENTAL

Jesús es la única posibilidad de evitar la formación de ídolos que sustituyan al verdadero Dios en nuestras mentes y nuestras vidas. Considera estas citas bíblicas:

“A Dios nadie la vio jamás; el Hijo único, que es Dios y vive en íntima unión con el Padre, nos le ha dado a conocer”. (Juan 1:18)

“Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de todo lo creado. Todo lo ha creado Dios sustentándolo en él”. (Colosenses 1:15)

“Para esos incrédulos, cuya mente está de tal manera cegada por el dios de este mundo, que ya no son capaces de distinguir el resplandor del glorioso mensaje evangélico de Cristo, imagen de Dios”. (2 Corintios 4:4)

“Dios habló en otro tiempo a nuestros antepasados por medio de los profetas, y lo hizo en distintas ocasiones y de múltiples maneras. Ahora, llegada la etapa final, nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien trajo el universo a la existencia. Y el Hijo, que es reflejo resplandeciente de la gloria de Dios e imagen perfecta de su ser, sostiene el universo…”. (Hebreos 1. 1-3)

Estos versículos nos dicen algo muy importante, si quieres conocer cómo auténticamente es Dios debes de mirar a Jesús, porque como muy bien declaran las Escrituras, Jesús, quien él mismo es Dios, es el único interprete autorizado de cómo la divinidad es.

Lo podemos decir más alto pero no más claro, cualquier interpretación de Dios que entre en contradicción con Jesús debe ser desestimada como incompleta, inadecuada o sesgada, porque afirma la Palabra que Jesús es quien refleja al Padre y nos lo ha dado a conocer.

Esto es muy importante porque Jesús es el centro de la revelación de Dios, Él es la revelación final y definitiva que hace que todas las demás deban ser interpretadas a su luz. Eso, en la práctica, significa que no debes de mirar a Jesús a través de los ojos del Antiguo Testamento o de Pablo, antes al contrario, debes mirar hacia atrás, el Antiguo Pacto, y hacia delante, las epístolas, a través de los ojos del Maestro de Nazaret fiel reflejo de quién y cómo Dios es.

Por tanto, cualquier aparente contradicción entre el Dios de Israel o el Dios de Pablo ha de ser resuelta en Jesús, y si la contradicción aparente no puede se resuelta o reconciliada por nuestra mente, entonces debemos humildemente rendirnos ante Jesús, imagen perfecta de Dios.



APLICACIÓN PERSONAL Y MINISTERIAL

Nadie está exento del peligro de crearse ídolos mentales. Tú y yo debemos de tomar nuestra imagen de Dios y traerla humildemente ante Jesús para que la evalúe y nos indique, si es necesario, que cambios debemos implementar para asegurarnos que adoramos al verdadero Dios. No debemos tratar de forzar a Jesús en nuestra teología eclesial o denominacional, antes bien, debemos permitir que Jesús la redima.

De no hacerlo así, estaremos cayendo en el pecado postmoderno de crearnos nuestro propio ídolo, un dios que se ciña a nuestras expectativas, deseos, ilusiones o perspectivas teológicas. Pero que no será el Dios revelado en Jesús.

Del mismo modo hemos de revisar qué tipo de Dios estamos enseñando a nuestros jóvenes. Hemos de ser honesto y valorar si estamos acercando al Dios revelado en Jesús a nuestros jóvenes o, por el contrario, estamos acercando un ídolo prefabricado. Recordemos que, tal y como les sucedió a los fariseos, la posesión y conocimiento de la Escritura no nos vacuna contra ese peligro automáticamente.

Si nos convertimos en aquello que contemplamos, es urgente y prioritario que contemplemos al Jesús de los evangelios, lleno de amor, perdón, gracia, aceptación, preocupación por el pobre, el que sufre, el desvalido, comprometido con redimir todo lo creado por Dios y corrompido por el pecado. Al Dios de la santidad y la justicia pero, como dice Juan, lleno de gracia y verdad. Mira más allá de tus ídolos teológicos al verdadero Dios revelado en Jesús.

Felix Ortiz F,

No cabe duda somos muy buenos para hacernos trajes a la medida,somos muy inteligentes para manipular el concepto de Dios de tal manera que no nos comprometa mucho, aunque la biblia diga claramente que el que sabe hacer lo bueno y no la hace le es pecado...

excelente video

martes, 12 de abril de 2011

véanlo con calma

LO RARO NO ES QUE LOS JÓVENES DEJEN LA IGLESIA, LO RARO ES QUE SE QUEDEN


En un mundo plural caracterizado por múltiples estilos de vida a disposición de los jóvenes para articular su proyecto vital, no existe un proyecto de vida cristiano, sólo tenemos la triste negación de los proyectos alternativos. No hay una alternativa cristiana, no ya por la que valga la pena morir, sino muchas veces ni siquiera vivir.

SIN PROYECTO EN UN MUNDO DE PROYECTOS

Hace un tiempo estaba escuchando a uno de los conferenciantes para jóvenes más famoso de América Latina, un hombre popular y de gran impacto en las generaciones jóvenes. Escritor, con sus propios programas de radio y televisión y alguien que cuando habla es escuchado por igual por jóvenes y adultos.

hablaba de cómo ser usado por Dios y la necesidad de que evitemos el pecado pues, de lo contrario, no seremos instrumentos útiles en sus manos y El no podrá llevar a cabo su obra a través nuestro. Urgió y pidió a todos los creyentes a caminar en santidad y limpieza de corazón delante del Señor. Hasta aquí todo perfecto. Después desafío a la audiencia -aproximadamente unas dos mil personas- a tener un tiempo de examen de nuestro corazón para que Dios nos permitiera ver si había pecado que impidiera que pudiéramos ser gente que fuera usada para su gloria. Las cosas seguían estando bien. Finalmente, mientras dirigía al auditorio en este tiempo habló del pecado sexual, la masturbación, la fornicación, la pornografía. Aquí ya no me pareció tan bien.

No es que esté a favor de una sexualidad al margen de la voluntad y los planes de Dios, algo sobre lo que habría que hablar en profundidad. Es que me choca que el pecado que impide ser usado por Dios sea únicamente el sexual y a Dios no le importe mi ética de trabajo, mi compromiso con mi país, la lucha contra la pobreza, el maltrato de las mujeres, el abuso infantil, la trata de seres humanos, la injusta distribución de la riqueza en el mundo, la carencia de acceso a la educación de centenares de millones de personas, la corrupción política, el orgullo y arrogancia de los líderes religiosos. Pareciera que eso a Dios le tenga sin cuidado mientras no te vayas a la cama con tu novi@.

Alguien puede afirmar que todo lo demás ya lo damos por sentado. Está bien, ¡Pues no lo demos por sentado! ¡Afirmémoslo! gritemos que ser cristiano es mucho más que evitar la fornicación y el uso y consumo de pornografía, no beber, no fumar, no tener un novi@ no cristiano. Afirmemos en positivo el proyecto de vida cristiano.

Esta charla me hizo pensar en el contenido de este artículo. Lamentablemente los cristianos no podemos afirmarlo porque no tenemos un proyecto de vida cristiano pensado, desarrollado y articulado. Tristemente no sabemos y no podemos afirmar la fe en positivo, únicamente lo podemos hacer negando otros proyectos de vida, otras alternativas, otras cosmovisiones.

Los creyentes nos hemos especializado en señalar, juzgar y condenar todo aquello que no nos gusta de la forma de vivir de la gente a nuestro alrededor. Pero si nos preguntaran qué ofrecemos, cuál es nuestra alternativa, cuál es el proyecto que presentamos, no podríamos articularlo porque carecemos de él, porque es simplemente la negación de los otros, porque es más fácil negar lo de los demás que afirmar lo propio. Y esta es en el fondo, según mi humilde opinión, la razón por la cual los jóvenes en general, y los estudiantes en particular, abandonan nuestras iglesias. No hay una cosmovisión positiva que les permita articular un proyecto vital propio por el que valga la pena vivir y morir.

Muchos jóvenes la única oferta que tienen es participar en la construcción del imperio religioso de sus líderes o el compromiso inquebrantable a estructuras, programas y actividades fosilizados que han perdido toda relevancia cultural, social y espiritual. Dedicación a las formas en vez del fondo, al medio y no a la función, a la tradición pero no a la revolución.

Si algo caracteriza a la postmodernidad es la pluralidad en todas las vertientes y dimensiones de la realidad. Hay una increíble variedad de estilos de vida disponibles para que los jóvenes construyan alrededor de los mismos su proyecto personal vital. Tristemente brilla por su ausencia un proyecto de vida cristiano que sea motivador, desafiador, radical, revolucionario. Somos un coro de plañideras quejándonos de lo malo que es el mundo y participando secretamente del mismo.

UN MANIFIESTO PARA UNA NUEVA GENERACIÓN

Vosotros no tenéis que cometer los mismos errores que cometimos nosotros. No debéis vivir en el mismo vacío de proyecto en el que nosotros hemos tenido que navegar. Necesitáis ese proyecto de vida por el cual valga la pena luchar e incluso morir. Dejadme que os haga una propuesta.

Mirad a vuestro alrededor. Este no es el universo que Dios pensó y creó. Dice Génesis que después de haber acabado el proceso creativo el Señor afirmó que todo era muy bueno. Pero no es eso, en absoluto, lo que vemos a nuestro alrededor, antes al contrario, nos envuelve el dolor (algo físico), el sufrimiento (algo emocional y espiritual), el abuso de unos seres humanos por parte de otros, la especulación, la corrupción, las desigualdades, la violencia, la opresión, la pobreza, el maltrato, la enfermedad y podríamos seguir. Seamos honestos, este mundo no es el que Dios tuvo en mente, esto es el aborto que el pecado, nuestra rebelión contra Dios ha generado. Un proyecto que no pudo ser.

Pero miraos ahora a vosotros mismos. Nosotros no somos la humanidad que Dios pensó y creó. Somos personas rotas, que vivimos en constante dicotomía entre el bien que tenemos la capacidad de ver, identificar y anhelar y el mal, la destrucción y la violencia que corre por nuestras venas. Como dice Pablo, el mal que no quiero es lo que hago y, sin embargo, no llevo a la práctica el bien que identifico. Somos enfermos que hemos generado un mundo enfermo. El mundo que describía en el párrafo anterior es únicamente la expresión de cómo somos. Seamos nuevamente honestos, nosotros no somos la humanidad que Dios tuvo en mente, somos un proyecto de humanidad fracasado, fallido, abortado. Vosotros y yo somos un proyecto que no pudo ser.

Nuestra rebelión contra Dios produjo un catástrofe cósmica que impidió que el proyecto de humanidad y creación de Dios pudiera ser y llevarse a cabo, dando lugar a esta realidad de mundo y humanidad que experimentamos. Nuestra rebelión rompió la relación con Dios, seguimos escondiéndonos de Él. También nos rompió interiormente como personas, nos fracturó, nos creó esta esquizofrenia moral y personal en la que estamos inmersos. La rebelión rompió nuestra relación con otros seres humanos, por eso la mayor parte del dolor y el sufrimiento es infringida por unos seres humanos sobre otros. Finalmente, cuando decidimos volverle la espalda a Dios se rompió nuestra relación con su creación convirtiéndonos en furiosos depredadores y destructores de la misma. Ese el el status quo en que nos dejó el pecado.

Por eso el gran proyecto de vida cristiana es unirnos a Jesús para que el Reino de Dios venga, para que el mundo y la humanidad sean aquello que Dios tuvo en mente y el pecado abortó, para hacer posible un nuevo mundo y una nueva humanidad. Tenemos un proyecto de vida que puede ser enunciado en positivo: colaborar con Jesús en la construcción del Reino de Dios, un nuevo mundo, una nueva humanidad.

Jesús, nos dice el evangelio de Marcos en el capítulo uno, comenzó su ministerio público hablando de la buena noticia y esa, en sus propias palabras, era que el Reino de Dios se había acercado. Jesús proclama el Reino y lo demuestra curando a los enfermos, liberando a los endemoniados, ministrando las necesidades emocionales, físicas y espirituales de las personas, enfrentándose a la injusticia y la marginación, denunciando los abusos de los líderes religiosos y hablándonos de un Dios que nos ama, acepta, perdona y se acerca a nosotros por medio de Él. El Reino de Dios es la esfera en que la autoridad del Señor es aceptada, reconocida y acatada.

Jesús nos enseña a orar pidiendo que el Reino venga, y en esa misma oración modelo nos enseña que eso implica que la voluntad de Dios se haga en la tierra porque en el cielo ya es llevada a cabo. Consecuentemente, sabemos que todo lo malo que hay en este mundo está en contra de la voluntad de Dios, toda opresión, pecado, injusticia, corrupción maltrato, marginación, abuso y desigualdad.

Jesús nos reta e invita a que nos unamos a Él para construir el Reino. Dice Pablo que somos colaboradores de Dios, que somos agentes de reconciliación en un mundo roto, que somos pacificadores llamados a expresar de este modo el carácter de nuestro Padre, que somos gente llamada a vencer con el bien al mal, todo tipo de mal, todo aquello que se levanta contra la voluntad del Padre.

Por eso, el proyecto de vida cristiano es, vuelvo a insistir, un llamado a colaborar con Jesús en el proceso de restauración de la humanidad y del cosmos, de toda su creación. Es trabajar codo a codo con Él para que este universo y esta humanidad sean lo que Dios pensó y el pecado abortó e impidió. Nuestro proyecto no es la negación de otros proyectos sino la construcción del Reino.

CÓMO LO ARTICULAMOS EN LA PRÁCTICA

Viviendo la vida cotidiana como un agente de restauración en un mundo roto. La vida la ejercemos en diferentes ámbitos, el personal, familiar, estudios/trabajo, vecindario, iglesia, ciudad e incluso país.

Vivir como un agente de restauración significa que en todas esas áreas tu estás ayudando a restaurar esas cuatro grandes fracturas que el pecado ha provocado en todo ser humano y de las que antes hablé. Significa que, a algunas personas las podrás reconciliar con Dios. Otras, simplemente las podrás restaurar en sus relaciones con otras personas ayudándolas a reconciliarse, perdonar o ser perdonados. Aún otras podrán recibir de ti ayuda para ser restauradas interiormente, para ser liberadas de amargura, desesperanza, frustración, miedo o ansiedad. Finalmente, a otras, incluso a ti mismo, las ayudarás a tomar conciencia de la necesidad imperativa de cuidar y proteger la creación del Señor que es nuestra herencia como hijos suyos. Vivir como agente de restauración significa que por donde pases dejas un olor de vida y no de muerte, que el mundo es un poco más como Dios pensó y no como el pecado corrompió.

Vivir como agente de restauración significa que cada día te levantas con una misión y una identidad, consciente de quién eres, un agente de restauración colaborador de Jesús y qué misión tienes, colaborar con Él en hacer que este mundo y esta humanidad sean lo que Él siempre tuvo en mente. Todo esto mientras Jesús construye en ti ese hombre nuevo del cual el mismo es el modelo, el prototipo, el ejemplo.

Para que nuestros jóvenes no abandonen la iglesia debemos de darles un proyecto vital digno de vivir e incluso morir por él. Si nuestros estudiantes dejan la iglesia que sea porque el proyecto que Jesús les ofrece es demasiado radical -construir un nuevo mundo y una nueva humanidad- demasiado comprometido, demasiado exigente y arriesgado. Pero no permitamos que lo hagan porque el proyecto que les ofrecemos es irrelevante y carente de sentido, valor y propósito -mantener un status quo que a pocos satisface-.

AUTOR: FELIX ORTIZ FERNANDEZ

lunes, 28 de marzo de 2011

Tu peor enemigo

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La persona que nos complica la vida está más cerca de lo que sospechamos
Una vez el Rey Frederick, el grande de Prusia, paseaba por las cercanías de Berlín, cuando encontró a un viejo hombre caminando en dirección opuesta.

¿Quién es usted? —pregunto Frederick.
¡Soy un rey! —contestó el anciano.
¡Un rey! —exclamó Frederick entre risas—. ¿Sobre quién reina usted?
¡Yo reino sobre mí mismo! —le contestó el sabio hombre.
Mientras más control consigas de ti mismo, más rápidamente te acercas a tu meta.
Para ganar en el juego de la vida tienes que ser una persona disciplinada, es decir, siempre debes ejercitar control sobre ti mismo en todas las áreas, bajo todas las circunstancias. Poseer autocontrol es más difícil que bajar de peso. Sin embargo, un líder no puede dirigir a otros si no sabe cómo controlarse.

Mientras más control consigas de ti mismo, más rápidamente te acercas a tu meta. Si deseas vivir los sueños de Dios es necesario que vivas una vida disciplinada.

A principios de siglo un reportero le preguntó una vez al gran evangelista Dwight Moody: «¿Cuál es la persona que le da más problemas?». Él contestó inmediatamente: «¡Dwight Moody me da más problemas que cualquier otro hombre vivo!».

En una oficina una vez colocaron un letrero que rezaba: «Si usted pudiera golpear en el trasero a la persona responsable de la mayoría de sus problemas, no conseguiría sentarse por muchas semanas».

Alguien comentó una vez: «Cuando somos absurdos, deseamos conquistar el mundo. Cuando somos sabios, deseamos conquistarnos a nosotros mismos.

mejor es dar que recibir



es muy cierto que todo lo que tenemos es un regalo y que si recibimos bendición, tenemos que vivir siendo bendición para con los demás, y ser generoso con nuestro tiempo, dinero y esfuerzo para las cosas del Señor, ya que no podemos negarle nada, si el murió por mi estoy en deuda con el, si el me amo hasta la muerte, yo debo amarle por lo que hizo, si el no me rescata todo lo que soy y lo que tengo no tendría sentido, pero tengo vida y en abundancia, eterna, segura, por lo que el hizo, me dio todo y yo apenas puedo dar un poco, estoy muy ocupado, no tengo tiempo, estoy cansado, si solo un pretexto hubiera Jesús puesto para no salvarnos seria tremendo pero no, no lo puso , no lo dio, aunque bien pudo haber dicho el o ella no se lo merecen, nunca creeran en mi, nunca tomaran en serio lo que a mi me costo mucho sufrimiento y la vida, el no uso ningún pretexto y nosotros tenemos miles, cada dia, hay que reflexionar y valorar lo que el hizo para ver que por mucho que tratemos de hacer, nunca seremos dignos de su sacrificio, pero lejos de pensar en no hacer cosas útiles, para él, eso debe motivarnos, porque con mi servicio el se agrada, y si te parece que es importante el lugar que ocuparas en el cielo,el que quiera ser grande sera el que mas sirve, sirve a tu Dios, dale tus recursos, que el hará maravillas atraves de un hijo obediente, es momento de decir si quiero servirte mejor,Señor, he dejado pasar mucho tiempo te pido perdón, pero ahora todo será diferente, hazlo, no lo dudes.

martes, 22 de marzo de 2011

no nos demos por vencidos



no importa cuantas veces estemos con el animo por los suelos, siempre tendremos oportunidad de levantarnos, hay una cosa importante la unidad, siendo mas, es mas fácil recuperarnos de la caída, recuerden que estamos en el ejercito del Rey de Reyes y el no quiere menos que la victoria,no te desanimes, si tu bajas la guardia, seremos mas vulnerables, si te mantienes resistiremos al enemigo, no olvides lo que el hizo por ti, eso lo vale, cualquier sacrificio, es poco comparado con lo que el hizo por nosotros, así que no digas no puedo, no tengo tiempo, recuerdarlo el murió por ti.

¡¡¡necesitamos hacer que muera el viejo hombre!!!




que difícil es sepultar a aquel que tantos disgustos con Dios nos ha traído, como nos gusta cagar con todos nuestros delitos y pecados, con cargas, afanes ansiedad,iras, contiendas, odios, rencores, es mejor si los dejamos atrás pero sin ellos parece que no somos nadie, que engaño mas grande, ¡somos libres!, Jesús nos hizo libres y nosotros todavía no lo queremos vivir.

lunes, 14 de marzo de 2011

COMO LA BIBLIA ACTÚA EN NOSOTROS 1




IDEA CLAVE

La Biblia nos ayuda a conocer a Dios y conforme vamos conociéndole nos vamos transformando a su imagen y semejanza, dicho de otro modo, nos vamos pareciendo más a Él.


TEXTO BASE


“Como ansía el ciervo las corrientes de las aguas, así te ansía a ti, OH Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo iré para presentarme delante de Dios?” (Salmo 42:1-2)
“El Señor dice: Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de conocerme, de saber que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada. Yo, el Señor, lo afirmo.” (Jeremías 9: 23-24)
“Hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19)
“Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor; y vamos trasformándonos en su misma imagen, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu.” (2 Corintios 3:18)


INTRODUCCIÓN


Quisiera que empezaras este estudio contestando la pregunta que encontrarás a continuación. Por favor, tómate todo el tiempo que necesites para hacerlo, piensa cuidadosamente antes de responder, procura que tu respuesta sea honesta y refleje tu realidad personal de la forma más fidedigna posible.

¿Cómo crees que la Biblia actúa en nuestras vidas?

¿Sabes? Mi experiencia de muchos años trabajando con jóvenes y adultos me ha enseñado que hay muchísimos cristianos que no tienen ni idea de qué modo la Palabra de Dios actúa en sus vidas y, por consiguiente, no pasan tiempo en leerla, meditarla, estudiarla y memorizarla. Este desconocimiento les lleva a pensar que la Biblia no sirve para nada y, consecuentemente, no vale la pena invertir tiempo en ella.

¿Cómo interactúa la Biblia con nuestras vidas?


LA BIBLIA NOS AYUDA A CONOCER A DIOS

“Como ansía el ciervo las corrientes de las aguas, así te ansía a ti, OH Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo iré para presentarme delante de Dios?” (Salmo 42:1-2)
“El Señor dice: Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de conocerme, de saber que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada. Yo, el Señor, lo afirmo.” (Jeremías 9: 23-24)

Ya has leído estos versículos en el texto base ¿lo recuerdas?

No se puede confiar en aquel a quien no se conoce. Imagínate la escena, alguien completamente desconocido se presenta en tu casa. Dice que has de confiar en él, pues de lo contrario tu vida corre peligro. Te da bonitas explicaciones y te pide que pongas todos tus bienes (tal vez en tu caso no son muchos y no tendría demasiado mérito el hacerlo) en sus manos y sigas todas sus instrucciones. ¿Cómo reaccionarías? ¿Confiarías en él, harías lo que te pide? Solamente un necio confiaría su vida y posesiones en las manos de un desconocido. La confianza es básica en todo tipo de relación y la confianza no se puede desarrollar sin un conocimiento mutuo, y éste es imposible sin una inversión de tiempo. Cuando pasas tiempo con una persona puedes llegar a conocer cómo es realmente. Conocerla puede llevar bien a la confianza o bien a la desconfianza. Sin embargo, estarás de acuerdo que el factor tiempo y el factor relación son básicos para ello.

Pienso que es imposible confiar en Dios sin conocerlo. Dios es una persona y por tanto la relación con Él en muchos aspectos funciona como la relación con cualquier otra persona. Sin duda, la falta de confianza en Dios es uno de los problemas que hemos de afrontar como creyentes.

La vida cristiana se basa en la confianza Sin fe es imposible agradar a Dios, declara la Escritura (Hebreos 11:6). Todo lo que no nace de la confianza es pecado, vuelve a afirmar el Nuevo Testamento (Romanos 14:23).

Cuando la confianza no existe en la vida cristiana aparece el legalismo. Legalismo significa que las cosas ya no se hacen por amor, sino por temor, por miedo.

El legalista hace cosas o deja de hacerlas para evitar el castigo o las represalias de Dios, o bien, para conseguir sus favores. El legalista, en cierto sentido, regatea con Dios. Piensa: “si no hago esto, evitaré el castigo de Dios” o bien, “si hago esto conseguiré las bendiciones del Señor.”

Las relaciones legalistas caracterizan a aquellos cristianos que no confían en Dios porque no lo conocen. Sus relaciones no están basadas en la seguridad que produce la confianza, sino más bien en la suspicacia fruto de la desconfianza. No han entendido que el amor echa fuera el temor.

Cuando no hay confianza la vida cristiana se distorsiona. Las promesas de Dios no son tomadas seriamente, su voluntad aparece como sospechosa, su propuesta de estilo de vida y sus mandamientos ya no aparecen como un beneficio, una bendición para nuestras vidas. Se vuelven una carga, una opresión, un corsé que nos asfixia, un yugo pesado de soportar.

Esto también nos pasa en las relaciones con los seres humanos, ¿quién se fía de la palabra o la promesa de un desconocido? ¿Quién se siente obligado a seguir las indicaciones y consejos del primero que pasa por la calle?

No puede ser de otra manera, al desconocer a Dios y su carácter no podemos confiar en que sus motivaciones al ofrecernos un determinado estilo de vida sean las mejores. No podemos creer que anhela lo mejor para nosotros. Nos cuesta creer que su deseo sea bendecirnos y darnos una vida abundante.

Los mandamientos de Dios están dados para protegernos y proveer para nuestras necesidades. Sin embargo, la persona que no conoce a Dios no puede visualizarlos de esta manera, los ve como restricción, opresión, yugo, pesada carga, límite y coacción a su preciada libertad personal.

¿Por que existen tantos cristianos que no ceden a Dios el control de sus vidas? Sencillamente, porque no confían, y no confían simplemente porque no lo conocen. Tal vez tú eres uno de estos cristianos

LA BIBLIA DESARROLLA EL CARÁCTER DE CRISTO EN NUESTRAS VIDAS

“Hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19)

Los pueblos adoptan e carácter de los dioses que adoran. Dioses de la guerra dan lugar a pueblos guerreros, dioses sanguinarios desarrollan pueblos sanguinarios, dioses inmorales producen pueblos inmorales.

El propio pueblo de Israel experimentó esta realidad cuando en su idolatría cambiaron al Señor por dioses falsos que cambiaron y corrompieron sus costumbres.

El culto de Baal, tan común entre los pueblos vecinos de Israel en el tiempo del Antiguo Testamento, era un culto de la fertilidad en que la vida sexual licenciosa era glorificada como algo religioso y meritorio. Había prostitutas “santas” tanto masculinas como femeninas para la satisfacción de los adoradores.

Como consecuencia, los pueblos cananeos era pueblos de una tremenda depravación sexual (recordemos el caso de Sodoma) e Israel no pudo sustraerse a esta inmoralidad como claramente atestiguan los profetas.

Los seres humanos están diseñados para adorar. Creemos que esto es verdad, y por eso el ser humano busca objetos de adoración. Martín Lutero afirmaba que Dios es cualquier cosa que colocamos en el centro de nuestras vidas. Si Dios no ocupa el corazón del ser humano otras cosas lo ocuparán y se convertirán en su objeto de adoración. La Biblia afirma que donde colocamos tesoro –nuestro ídolo- allí estará nuestro corazón. (Mateo 6:21)

Nuestra sociedad se moldea a la imagen y semejanza de los dioses que adora. Nuestra sociedad adora el becerro de oro del materialismo y por tanto todos –incluidos los cristianos- nos estamos convirtiendo en materialistas que perseguimos el dinero y las posesiones. Nuestra sociedad adora el placer y todos nos vamos convirtiendo poco a poco en una sociedad en que todo tipo de lealtades son sacrificadas en el altar del hedonismo. Perseguimos todo aquello que nos produce placer, evitamos y huimos de todo aquello que produzca dolor o ausencia de placer.

Conocer a Dios es básico para que su imagen se desarrolle en nosotros. Conocer su carácter moral es básico para trasformarnos a su imagen y de este modo su carácter se desarrolle en nosotros. Pablo afirmó al respecto:

“Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor; y vamos trasformándonos en su misma imagen, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu.” (2 Corintios 3:18)
Dios nos pide que seamos santos porque Él es santo. La petición de Dios no es arbitraria o caprichosa, se basa en su propio carácter. Dios desea que como hijos suyos reflejemos, formemos en nuestra vida su forma de ser, su naturaleza moral. El conocimiento de Dios y su carácter es la base para el desarrollo del nuestro:

*Hemos de evitar la mentira porque Dios es verdad
*Hemos de ser justos porque Dios es justo
*Hemos de amar porque Dios es amor
*Hemos de perdonar porque Dios es perdonador


OBSERVACIÓN


1. Escribe con tus propias palabras cómo la Biblia actúa en nosotros en base a lo que has aprendido de este estudio.


INTERPRETACIÓN


1. ¿Puedes llegar a confiar en Dios sin conocerlo? Justifica tu respuesta.

2. ¿Puedes conocerlo sin pasar tiempo relacionándote con Él? Se creativo y justifica tu respuesta.

3. Piensa por un instante ¿Eres uno de esos cristianos que nunca han cedido a Dios el control total de sus vidas?

4. ¿Es la desconfianza hacia Dios la razón que te impide entregarle el control total de tu vida? ¿Cuál otra si no?

5. ¿Hay en tu vida otros dioses que ocupan el lugar que sólo le corresponde a Dios?

6. la lista que encontrarás a continuación ¿Puedes identificar en ella algunos de tus dioses reales?

Dinero ( )
Trabajo ( )
Placer ( )
Éxito ( )
Amigos ( )
Poder ( )
Sexo ( )
Video consola ( )
Familia ( )
Estudios ( )
Deporte ( )
Música ( )
Otros ___________________________________

7. ¿De qué modo el conocer a Dios influye en el cambio de nuestro carácter? Sé práctico


APLICACIÓN


1. ¿Qué puedes aplicar en tu vida personal de lo aprendido en este estudio?

2. He afirmado –y la Biblia lo ratifica- que conforme conocemos a Dios nuestro carácter es transformado ¿Qué áreas del tuyo necesitan ser cambiadas por Dios? ¿Qué auxilio, guía o dirección puedes encontrar en las Escrituras al respecto?